Desde Cerrajeros Alicante debemos decirte que es sumamente sencillo arreglar o reparar una persiana de una forma efectiva y con muy bajos costos, siempre con las herramientas necesarias y con mucha calma y paciencia podrás tener los resultados que estas buscando.
Los pasos para poder reparar una persiana que no suben son los siguientes:
Primeramente, debes tener bajo tu posesión los siguientes materiales: Unas tijeras o bisturí bien afilado, un destornillador con punta plana y otro con punta de estrella, alicates o sus similares, y también una cinta con la medida exacta siempre que sea original y que este nueva.
Luego de tener ya todas tus herramientas a la mano, debes abrir la tapa del cajón o tambor de tu persiana ya instalada. Por lo general, se encuentra totalmente fijada por dos tornillos muy fáciles de aflojar y sacar. Esta acción no posee para nada algo difícil.
Debes hacer que la persiana baje por completo. Lo que debes hacer básicamente es retirar todas las cuerdas o cintas de metal que están sujetando la persiana. Lo único que debes hacer directamente es aflojar todo lo que puedas los tornillas que sujetan la persiana y la fija.
Es muy importante que bajes al comienzo de esta tarea la persiana, debido a que en caso contrario, en este preciso instante va a caer, al no encontrarse agarrada de nada.
Una vez que hayas retirado todas las cuerdas, es allí cuando puedes girar por completo el eje de tu persiana, y así trabajar con mucha más comodidad.
Seguidamente, debes tirar de la cinta o cuerda que vas a encontrar enrolla en el disco del eje, hasta que te encuentres con el inicio, que se encontrara atado con una especie de nudo.
Justo en este momento, es cuando debes fijarte cual es el sentido en que se encuentra enrollada la cinta para que de esta forma puedas poner la nueva justo y exactamente igual. Debes cortar el nudo con un con unas tijeras o bisturí y de esta forma saca la cuerda.
Posteriormente, debes abrir el recogedor que se encuentra en la parte inferior, desatornillándolo directamente de la pared en que se encuentra, y retira la cuerda totalmente. Debes hacer esto con mucho cuidado, debido a que la rueda se puede girar gracias al puerto o muelle del sistema del recogedor.
Cuando hayas terminado de desenrollar toda la cinta vas a encontrarte con el otro extremo, que debe encontrarse sujeto con algún tornillo clavo o tuerca. Debes proceder a aflojarla con tus alicates y así sacar la cinta. Recuerda otra vez como encontraste enrollada la cuerda en este recogedor.
Toma la cinta nueva y mete uno de los extremos en el recogedor de la parte superior a través del agujero que corresponda.
Realiza un nudo en ese extremo para que este no se salga, y enrolla la cuerda realizando el giro del eje en el idéntico sentido que se encontraba antes hasta que solo quede un par de manos colgando debajo del recogedor de la parte inferior.